domingo, 6 de mayo de 2007

EDUCACION PARA TODOS YA!!!

Ante los resultados de las pruebas educacionales como el SIMCE y la PSU, siempre salen a la luz las desalentadoras conclusiones sobre nuestra educación. Primero, porque a pesar de los esfuerzos ministeriales, la calidad de la educación chilena sigue siendo -para la mayor parte de la población- muy deficiente. Y, en segundo lugar, sale a relucir que la brecha entre los colegios particulares y los municipalizados aumentó ostensiblemente. Sin duda que éste último es el más preocupante aspecto de los resultados, ya que nos habla de una sociedad enferma de un mal muy arraigado en nuestro país, causante de la mayoría de los problemas sociales: la desigualdad.
Los resultados del SIMCE del año 2001-2003 nos muestran datos sorprendentes que grafican lo anteriormente dicho: …”mientras en el año 2001, una escuela municipalizada obtenía 58 y 79 puntos menos en Lenguaje y Matemáticas respectivamente que un establecimiento particular pagado, en el año 2003 estas brechas se extendieron a 60 y 87 puntos”. (1)

Y ante estas cifras tan desalentadoras cabe cuestionarse cuales son algunas de las causas que influyen en esta desigual realidad. Para ello habrá que ver la inversión y gasto publico que se dedican a apoyar la enseñanza actualmente. “Mientras que el gasto público por alumno en educación básica y media llega a los US$ 600 anuales, algo así como $30.000 mensuales, el gasto privado asciende a los US$2.772 anuales, o sea, $140.000 por estudiante”. (2)

En pocas palabras son los niños y jóvenes de los estratos bajos y medios quienes sufren mayormente las desigualdades educacionales y no es de extrañar que los alumnos de colegios municipales estén recibiendo no sólo una educación de mala calidad, sino también el peso de desarrollarse en circunstancias absolutamente desventajosas.

Más allá de que los profesores usen íntegramente o no los libros del ministerio, el problema es mucho más de fondo. Ciertamente, es muy importante todo lo que ocurre dentro de una sala de clases y aquí se agradecen aquellas recomendaciones de los especialistas en temas educacionales, orientadas a mejorar el desempeño de los profesores, a reformular los contenidos curriculares y a elevar los tiempos en que los estudiantes pasan en el colegio. Pero paralelamente, es necesario reconocer que el sistema educacional presenta una serie de restricciones externas que imposibilitan un mejor funcionamiento y que coartan la posibilidad de alcanzar estándares adecuados en cuanto a calidad y equidad.

Hoy en día hay temas que son de relevancia como la evaluación docente o el aprendizaje del idioma (ingles) ¿Por qué no Mapudungun?, que una u otra forma ayudan a mejorar el sistema educativo, sin embargo, ninguna meta educacional podrá ser lograda si no se adoptan medidas radicales para combatir la extrema desigualdad que afecta a la mayor parte de los estudiantes de nuestro país.

No se pueden seguir aplicando políticas aisladas que lo único que hacen es ofrecer soluciones coyunturales que, a la larga, no se reflejan en los resultados, como lo demuestran año a año las mediciones del SIMCE y la PSU.

A estas alturas ya se torna algo irresponsable continuar aplicando políticas aisladas y que no generan efectos considerables en la calidad y en la equidad de la educación chilena.

“De una vez por todas se necesita una política país integral, que se remita a la causa fundamental de nuestro problema en educación: la desigualdad social”.(3)

¿Qué opinan ustedes?...

(1) (Rodrigo Pizarro Gariazzo, “Chile: Educación para ricos y para pobres”, Director Ejecutivo Fundación Terram, Fuente: Portal del Pluralismo).

(2) (Rodrigo Pizarro Gariazzo, “Chile: Educación para ricos y para pobres”, Director Ejecutivo Fundación Terram, Fuente: Portal del Pluralismo).

(3) (Rodrigo Pizarro Gariazzo, “Chile: Educación para ricos y para pobres”, Director Ejecutivo Fundación Terram, Fuente: Portal del Pluralismo).